Hace meses que vengo siguiendo éste torneo Apertura del fútbol Argentino que hoy finalizó, un torneo que dió muchos disgustos (a algunos) y muchas sorpresas (a algunos otros). Todavía parece ayer cuando se decía que Independiente sería el próximo campeón, y de un momento a otro se encontraban peleando el torneo clubs como Lanús, Tigre y mi querido Boca.
Hoy finalmente el equipo de Lanús se consagró campeón, y es una mezcla de cierta amargura y emociones. Amargura porque Boca no pudo con Lanús, y porque Lanús parece ser una maldición sobre nosotros, no hay que hacer mucho esfuerzo para recordar como nos complicaron el campeonato del 2006 que luego Boca perdió con Estudiantes. Pero también fue una alegría porque finalmente un equipo chico, fuera del escándalo, demostró que con buen fútbol y bajo perfil, se puede hacer historia. Y eso es lo que hizo Lanús hoy, dándole por primera vez un título local al club.
Y por otro lado estaba Tigre. ¿Quién se hubiera imaginado que iban a estar peleando el campeonato como lo hicieron? Y allí quedaron segundos, pero realizando la hazaña del año. Tigre jugó su primer campeonato luego de ascender, y tuvo claras chances de quedarse con él. Por eso, este torneo aún tiene un sabor más interesante, porque mientras los equipos "grandes" hacían sus papelones, equipos chicos como éstos, hacían una campaña increíble y mostraban lo que eran capaz de dar.
Por eso, más allá de el dolor que me causa que Boca no haya salido victorioso, me alegro por la victoria de Lanús, y desde éste humilde blog se saluda y se felicita a toda la gente de Lanús, y también a toda esa gente de Tigre, que de la mano de el genial Cagna, lograron lo inimaginable.
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