¿Qué sucede cuando dos personas completamente diferentes entre sí se conocen y terminan enamorándose? Esta es la pregunta principal de "Along came Polly", una película protagonizada por Ben Stiller y Jennifer Aniston que ya tiene 4 años de antigüedad, pero que cada vez que aparece en la televisión no puedo dejarla de verla.
Reuben Feffer es una analista de riesgo en una compañía de seguros, con muchas manías, que se maneja siempre a través de porcentajes sobre las cosas que pueden suceder en la vida. Luego de su fallida luna de miel, donde es engañado por su mujer, él vuelve a su casa y casualmente se reencuentra con Polly Prince, ex compañera de él cuando eran chicos. Ella resulta ser completamente diferente a él, no tiene planes en su vida, vive el día a día y sin estructuras. Pero a lo largo de la película, ellos se irán conociendo e irán cambiando su manera de ver la vida, se enseñarán cosas mutuamente , y se enamorarán.
Si bien es una película que a primera vista no es más que una comedia al estilo Ben Stiller, a mi me provoca extrema ternura y hasta me puedo sentir identificada en algunas cosas, más aún en este momento de mi vida. Quizá sea ese hecho del que hablaba, en el cuál ellos empiezan a entender la manera de vivir del otro, y empiezan a complementarse aún con gustos diferentes y extrañas maneras de vivir el día a día. Verlo a él haciendo un graciosisimo show de salsa, y bailando con Polly algo que jamás se hubiera imaginado, o ver a Polly empezando a armar planes con Rueben; son pequeñas cosas que van sucediendo a lo largo de la película que los van uniendo cada vez más.
El amor no tiene barreras, no tengo dudas. Se puede amar, estar con alguien, sin cambiar necesariamente nuestra manera de ser pero a la vez integrándose al otro, abriendo la mente, aceptando los gustos del otro e inclusive empezar a compartirlos. Creo que eso es lo que más disfruto de esta película: este proceso donde estas dos personitas maravillosas se encuentran y se enseñan cosas mutuamente, y finalmente se entregan al amor que sienten.
¿Por qué me identifico? No porque yo me vea reflejada en Polly, o porque sienta que tengo un Rueben a mi lado, sino porque yo siento que los cambios no son malos. Al contrario, sin dejar de ser yo misma veo cosas que antes no veía, siento cosas que antes no sentía y disfruto de cosas que no sabía que podían gustarme tanto. Y a la vez, siento eso mismo desde el otro lado. E imagino que en el mundo deben haber muchos casos así, pero que importan la diferencias, que importan los gustos no compartidos mientras uno abra su mente, acepte al otro tal cual es y sienta cosas maravillosas.
Porque, a fin de cuentas, de eso habla la película: aceptar a las personas como son, y así como son amarlas.
1 comentario:
Todo un tema el que planteás! Lo importante es que un film nos haga pensar críticamente en lo que fuimos, lo que somos, y lo que podríamos ser, y no tanto si es un cine "intelectual" o un cine de "pasatiempo". Lo importante es lo que hacemos con el cine y lo que el cine nos habilita a hacer.
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