Cloverfield es una película simple, dónde un monstruo, o algo que no estamos muy seguros de qué es en ningún momento de la película, destruye gran parte de la ciudad de Nueva York. Pero también se la puede ver desde varios aspectos, y destacar difrentes cosas que van más allá de ésta película catástrofe. Por supuesto, estará la gente que saldrá maravillada de la sala de cine, y estará ese otro público que pedirá que le reintegren el dinero de la película.
Todo comienza en la fiesta de despedida de Rob, que se irá a trabajar a Japón. Una vez allí todos reunidos, uno de sus amigos se hará cargo de la cámara y empezará a grabar diferentes mensajes de despedida, hasta que escuchen ruidos extraños, empiezen a ver explociones y tengan que empezar a correr por las calles de la ciudad para poder salvar sus vidas, y en el medio la historia de amor entre Rob y Beth que se presenta en diferentes tomas en la misma cinta que se está usando.
La atracción de Cloverfield se presenta, precisamente, en la decisión de realizar la película desde el punto de vista de uno de estos muchachos, y a la vez hacernos sentir que estamos en medio de ésta catástrofe, que corremos con ellos por las calles y que sentimos la misma desesperación al ver que no hay hacia dónde ir para estar a salvo. Y gracias a éste método, nunca vemos lo suficiente, y nunca terminamos de saber que está pasando. Y ahí es donde acierta terriblemente ésta película: nunca nada es certero ni seguro. Por lo tanto, podemos hacer un montón de deducciones sobre lo que vemos (o creemos ver) , y así dejar que nuestra imaginación vuele durante los 80 minutos que dura el film.
Por supuesto que habrá preguntas que no tendrán respuestas, nos preguntaremos como éstos chicos pueden correr como corren y realizar las proesas que hacen, pero esto queda en un segundo plano, y al hacerlo la pelicula gana aún más puntos.
La realidad es que no sabemos si es un monstruo o son dos, o tres. No sabemos que son esas pequeñas criaturas que atacan y muerden a los humanos, y tampoco sabemos cuál es el efecto que estas mordeduras producen en la gente. Y para aquellos que busquen una explicación al final de la película, les aviso que no la tendrán. Eso sí, a través de internet ya se han creado miles de especulaciones sobre lo que sucede e inclusive se está hablando de una próxima posible secuela.
"Cloverfield" no falla en las escenas de alta tensión y produce unos sustos muy interesantes, y ese miedo se produce precisamente en todo aquello que no podemos ver, pero sabemos que está ahí. Por esto, la película vale la pena para pasar un buen rato de entretenimiento e intentar buscarle una explicación, que nunca tendremos, en nuestras mentes luego de verla.